En muchas situaciones de la vida se presentan dificultades en las que en mayor o menor medida somos capaces de buscar una solución que nos ayuda a superar esta situación. Pero en determinados momentos, nos cuesta buscar una solución ante estas dificultades llegando a transformarse en un problema.
Hay tres indicadores que nos ayudan a detectar que estamos ante un problema:
- Indicadores emocionales. (mayor irritabilidad, mayor nivel de frustración, nerviosismo, agitación, etc).
- Indicadores cognitivos. Solemos tener pensamientos negativos de nosotros mismos que nos impiden tomar decisiones y vernos capaz de enfrentarnos a ese problema (“No soy capaz de superarlo”, “No voy a poder”, “No me veo capaz de superar esto sol@”, etc.).
- Indicadores conductuales. (Dificultades a la hora de comer “exceso o defecto”, Dificultades a la hora de conciliar el sueño, aparecen conductas de evitación; dejamos a acudir a eventos sociales, pasamos más tiempo en casa y dejamos de hacer actividades que son placenteras para nosotros, abuso de sustancias tóxicas, etc.).
Con lo cual, si detectamos que estamos experimentando alguno de estos indicadores y a su vez sentimos que no somos capaces de buscar una solución, es el momento de comprender que tenemos un problema y que necesitamos ayuda para resolverlo.